El CEV presente en la primera reunión de Lausana para América Latina

El Movimiento de Lausana conecta a influenciadores e ideas para la misión mundial, teniendo como visión el evangelio para cada persona, iglesias formadoras de discípulos para cada pueblo y lugar, líderes semejantes a Cristo para cada iglesia y sector, y la influencia del reino en cada esfera de la sociedad, trabajando de forma colaborativa y en oración para el alcance de estos propósitos.

Su historia comienza con el evangelista Dr. Billy Graham, quien desarrolló una pasión por “unir a todos los evangélicos en la tarea común de la evangelización total del mundo” cuando empezó a predicar internacionalmente. Por lo que, en la década de 1970, Graham percibió la necesidad de un encuentro mundial para reformular la misión cristiana en un mundo de agitación política, económica, intelectual y religiosa, puesto que, creía que la iglesia debía comprender las ideas y los valores detrás de los rápidos cambios en la sociedad.

La cita fue en julio de 1974, donde más de 2400 participantes de 150 países se reunieron en Lausana, Suiza, para el Primer Congreso Internacional de Evangelización Mundial. De tal magnitud fue ese encuentro, que la revista TIME lo describió como “un formidable foro, posiblemente el encuentro de cristianos de más amplio alcance que se haya realizado jamás”.

Lo expuesto en ese importante evento fue simplificado a través del llamado Pacto de Lausana, un manifiesto que promueve la evengelización activa en todo el mundo desglosado en quince puntos. El documento original está en inglés y ha sido traducido al menos a veinte idiomas diferentes. 

Desde entonces, Lausana ha convocado otros dos congresos mundiales, en Manila (1989) y Ciudad del Cabo (2010), donde han “puesto la mesa” y han convocado a líderes y redes catalizadoras que, por la gracia de Dios, han impactado el ámbito de las misiones mundiales. Y en 2024 se llevará a cabo el Cuarto Congreso de Evangelización Mundial de Lausana en Seúl, Corea del Sur.

Como antesala a la reunión mundial, se desarrolló, el Encuentro Regional de L4 América Latina del 19 al 22 de septiembre de este año, en las instalaciones de la Iglesia Esperanza en la Ciudad, en Montevideo, Uruguay, con el propósito de dialogar acerca del estado de la Gran Comisión en LATAM y El Caribe sobre la base de cinco preguntas estratégicas, con la meta de estimular la colaboración en la misión global.

El Consejo Evangélico de Venezuela (CEV) estuvo presente en la reunión preparatoria, en la persona de la Pastora Maritza Sibila, Directora del Departamento de la Niñez del CEV y Presidenta de la Red Nacional Cristiana de Servicios al Niño Venezolano (RENACSENIV), junto con unas 160 personas de los países de la región, además de contar con la presencia de asistentes de Europa y Sudáfrica, provenientes de diversas áreas, como pastoral, educación teológica, misiones, servicio y el mundo laboral.

Entre las participaciones, destacó la de líderes indígenas, como el caso un Pastor que preside una confraternidad de 300 iglesias quichuas en la zona montañosa de Ecuador. Así como la participacion de líderes de reconocidas entidades como Cooperación Misionera Iberoamericana (Comibam), Visión Mundial, Latin Link, Comunidad Internacional de Estudiantes Evangélicos (IFES), Alianza Evangélica Latina (AEL), Christianity Today, entre otras.

La mayor parte del tiempo, fue desarrollado alrededor de 18 mesas de conversación y colaboración, mientras que paralelamente los asistentes pudieron leer e interactuar juntos, en el libro de Hechos, lo cual resultó en todo un desafío. Por su parte, los mensajes fueron expuestos por líderes de Argentina, Brasil, y Europa. Ahora, el trabajo realizado será procesado, para la elaboración del reporte que se dará a conocer a iglesias y entidades. Y que a su vez, será la base para presentar en el Cuarto Congreso de Evangelización Mundial de Lausana a realizarse en octubre de 2024 en Seúl, Corea del Sur.

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Declaración de Fe del Consejo Evangélico de Venezuela

  • 1. Afirmamos nuestra fe en un solo Dios eterno, como creador, y Señor del mundo. Confesamos la soberanía y gracia de Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, en creación, providencia, revelación, redención y juicio final (Salmo 145:1- 3; 1 ª Juan 5: 1-8; Romanos 15: 4-6).
 
  • 2. Creemos en la divina inspiración de los sesenta y seis (66) libros que componen la Biblia, la fidelidad y autoridad de todas las escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento como la única palabra escrita de Dios, sin error en todo lo que afirma y la única norma infalible de fe y conducta (Isaías 40:6; Salmos 19:7,8; Romanos 7:12; Marcos 7:6-8; Hebreos 1:1,2; Apocalipsis 22: 18,19, 2ª Timoteo 3: 16,17; 4: 112).
 
  • 3. Confesamos con vergüenza, la pecaminosidad y la culpabilidad universal del hombre caído, haciéndolo objeto de la ira de Dios y su condenación, pero también haciéndolo objeto de su amor y misericordia eternos (Salmo 9:17; Romanos 2:4-9; 3:23; Santiago 2: 9,10; 1ª Juan 3:4; Apocalipsis 21:8; Mateo 25: 41-46; 2ª Pedro 2:4-6; Juan 3:16).
 
  • 4. Creemos que hay un solo Salvador y un solo Evangelio. Creemos en la concepción virginal y el sacrificio sustitutivo del Hijo de Dios encarnado, Jesucristo, como la única y suficiente base de redención de la culpabilidad y poder del pecado y sus eternas consecuencias (Lucas 1:26-38; Romanos 4:25; 8:23; 1ª Pedro 3:18; Mateo 20:28; 1ª Timoteo 2:5,6; Tito 2:14; Gálatas 3:13; Hebreos 7:15-17, 24-28).
 
  • 5. Creemos que la justificación del pecador es sólo por la gracia de Dios, por la fe de Jesucristo crucificado y resucitado de los muertos (Juan 3:16; 5:24; Romanos 5: 1-10; Efesios 2: 15-18; Gálatas 2: 16).
 
  • 6. Creemos en la obra iluminadora, regeneradora y santificadora de Dios el Espíritu Santo. El Padre envió a su Espíritu para dar testimonio de su hijo. Sin el testimonio de Él, nuestro testimonio es en vano. La convicción de pecado, la fe en Cristo, el nuevo nacimiento y el crecimiento cristiano sobre todo obra suya (Juan 3:5-8; 14:26; 16:8-11; Romanos 8: 15,16; 9:8; 1ª Corintios 3: 16; 6: 19; Efesios 1: 13,14).
 
  • 7. Creemos que la iglesia está en el corazón mismo del propósito cósmico de Dios y es el instrumento que Él ha designado para la difusión del Evangelio. La iglesia es la comunidad del pueblo de Dios. Todos los santos en comunión y ejerciendo el sacerdocio bajo la cabeza que es nuestro Señor Jesucristo, para cumplir con su mandato de predicar el Evangelio a todo el mundo (1ª Pedro 2:5-9; Apocalipsis1:6; 5: 10; 20:6).
 
  • 8. Creemos que el Señor Jesucristo, regresará en forma personal y visible, en poder y gloria, para consumar su salvación y juicio (Mateo 25:31-34,41; 1ª Tesalonicenses 1:7-10).